CANGAS DEL NARCEA.- ME DUELE CANGAS
Para completar los programas de fiestas de la década de los ochenta teníamos que multiplicarnos para escribir o lograr de otros artículos y comentarios. Eran unos años especiales y que se vivieron muy intensamente. Para el de 1.982 escribí este crítico poema no exento también de impotencia.
Me duele Cangas.
Allá, en el vacío blanco de mi mente,
me duele Cangas.
Con sus rotos miradores de olvido y pólvo,
con sus monstruos de cemento
henchidos de orgullo vano;
con sus buhardillas de olvidos y hambres,
con sus molinos y acequias de carbón tapados;
con su carga de siglos,
con sus atadas manos;
con su venero de promesas largas….
Me duele Cangas.
Y me duele el corazón bajo fina garra
de impotencia,
comprimido, cercado de sutiles, sibilinas,
férreas hilas de ambiciones que subliman
el metal, el cargo, el ego… el que dirán.
Me duele Cangas por manos necias vendida
a diatribas de chigre y de corral.
Me duele Cangas, cordera abandonada
en manos de lobo sin piedad.
¡Sacude tu sueño, Cangas!
¡No consientas que te pisen con maldad!
¡Saca bríos de tus hombres y tus campos!
Grita fuerte: ¡Basta ya!
Revuélvete como áspid bajo bota de montar
y clava tus fuertes dientes, del pié que oprime,
el calcañar.