BERZOCANA.- Villancicos alrededor del fuego (II)
Siguiendo con lo señalado el último día con respecto a los Villancicos y la época que les corresponde según su temática, traemos hoy otro que también pertenece a Adviento
(época anterior a la Navidad) y que, como sucedía con el de “Iban caminando”, hace referencia al camino de José y María hacia Belén y las dificultades que encuentran al llegar. Tiene el mismo ritmo pausado y cadencioso de cualquier romance.
LOS GOZOS
En el nombre de Jesús y de la Virgen María
voy a cantar estos gozos con contento y alegría.
Ángeles del cielo, dadme vuestra voz
para que yo pueda alabar a Dios.
Emprendieron su viaje la Virgen y San José
según costumbre que había de empadronarse en Belén.
La Virgen va en cinta, larga es la jornada,
vamos a ayudarla que vendrá cansada.
Llegaron a la ciudad y fue para desconsuelo
porque no encuentran posada estos pobres pasajeros.
La Virgen decía: no busques posada
que todas las puertas las tenéis cerradas.
San José pidió llorando a la puerta de un mesón
y el mesonero inhumano ¿quién me llama?, contestó.
Son dos caminantes que buscan posada,
soy un pobre viejo y una embarazada.
Aunque sea un establo, piden los dos les recojan
pero ellos inhumanos a la calle les arrojan.
Si traéis dinero, mi casa está lista,
usted no lo trae, que Dios les asista.
La Virgen y San José a los campos se marcharon
y en un albergue de bestias, allí los dos se hospedaron.
Con mucha alegría barren el portal
San José y María para descansar.
Estando ya en el portal San José se fue a por leña
pa calentar a la Virgen porque de frío se hiela.
Cuando José vino, al hacer la luz,
se encontró nacido al Niño Jesús.
San José llora de gozo y de esta suerte decía:
¿Cuándo he merecido yo ser esposo de María?
La Virgen le dice: no llores José
que así lo ha dispuesto el Dios de Israel.
Recopilado por Juan Luis Rodríguez Sánchez en diciembre de 1.986