CANGAS DEL NARCEA.- Artesanos recibe la “Panoya de Oro” de Navelgas (Tineo)
El estruendo de la pólvora puso broche final a la noche festiva de Navelgas (Tineo). Ya lo advirtió Juan Fernández, presidente de la Asociación de Artesanos de Nuestra Señora del Carmen de Cangas del Narcea cuando recibió la “Panoya de Oro”: Nosotros somos gente de hechos y no de muchas palabras. Y así lo hicieron, miles de voladores iluminaron durante cuatro minutos la noche de Navelgas, con motivo de la decimonovena edición del Festival del Esfoyón y el Amagosto, que premió con la citada “Panoya de oro” a la Sociedad de Artesanos Nuestra Señora del Carmen de Cangas del Narcea, organizadora de la Descarga del 16 de julio. Rondando ya la diez de la noche , el pueblo tinetense enmudeció durante unos minutos bajo el ensordecedor estruendo de la pólvora canguesa.
Fue una pequeña Descarga que comenzó con una tirada a mano y que, durante algo más de cuatro minutos, iluminó el cielo nocturno de Navelgas, emocionando a los centenares de personas que disfrutaron de la noche en la que Navelgas se anima en torno a la tradición y los productos típicos
Los Artesanos agradecieron doblemente el galardón “porque supone un reconocimiento de la labor que la Sociedad de Artesanos ha desarrollado durante su siglo y pico de existencia, y porque es otorgado por una asociación hermana, que realiza una labor de mantenimiento de las tradiciones muy similar a la nuestra”, destacó Juan Fernández.
Al recibir el galardón, el presidente aseguró que la dedicación a los socios a preservar las tradiciones no espera «mayor recompensa que ver cómo aquello que nuestros padres nos legaron pasa engrandecido a nuestros hijos». No obstante, agradeció con emoción la distinción de una «asociación hermana» a la que animó a continuar manteniendo y divulgando las costumbres de antaño, porque «las tradiciones son la sangre de los pueblos».
La cita, que se celebra en el barrio alto de la localidad, abre al visitante un antiguo horno de leña, donde puede ver cómo se hace el pan y degustarlo, y lo invita a participar del esfoyón del maíz, en una recreación en la que se reviven las antiguas reuniones nocturnas en las que los vecinos del pueblo se juntaban para retirar las hojas a las panoyas y enristrarlas para luego colgarlas en los corredores de las paneras. También hay sitio para un llagar de sidra, una cocina donde se hacen los frixuelos y para un tambor que no deja de girar en toda la noche para asar castañas. Entre todas estas escenas no faltan los oficios tradicionales como los de cesteiro, ferreiro, hilandera y mantequera.