CANGAS DEL NARCEA/BERZOCANA.- ¡Pues si hay que votar, votemos! Un análisis de café y copa
-Pues si están empecinaos en votar, votemos, ya si quieren democracia pues démosles aún más democracia, ya si hay que votar pues votamos too quisqui , yal que Dios se la dé San Pedro se la bendiga. Ya verás como si se les plantea así reculan a toda leche.
Una vez más las incómodas, pero prácticas en estos caso, hojas de La Nueva España, me permitieron parapetarme y observar sin ser observado la conversación que dos parroquianos tenían en un céntrico bar cangués del que suelen ser habituales. Llevaban ya tiempo pero, de repente, uno de ellos, el más grande y voluminosos, levantó la voz soltando un tanto agitado la frase de inicio.
-¡Que si home, que sí!. ¿No se les llena la boca con democracia va ya democracia viene? Pues démosle democracia. A votar todos, pero solutamente todos. De esta manera los españoles, sean de Cuenca o de Calatayud, decidiremos si queremos seguir juntos o no. De esta forma, todos los ciudadanos tendremos de verdad los mismos derechos y seremos solidarios unos con otros. Yo también estoy de acuerdo con el derecho a decidir, así que decidamos todos. Incluso decidamos si queremos pagar impuestos o no o si queremos que Tineo limite con Cangas. ¡Cojonan!, si hay que decidir se decide. Y de paso decidimos que nos suban las pensiones y el ayuntamiento nos baje los impuestos.
–Home yo creo que…. Intentaba intervenir el más bajito con voz mucho mas moderada
-¡Ni home ni leches!. Estos tíos solo piensan en los cuartos y todo la hacen para sacar perres y los muy c…….. dicen con toda la cara del mundo que les robamos. ¡Manda collones! que diría el gallego. Los roba el Pujol y, encima, le inciensan como a un santo en procesión
– Yo creo que algo….
-¡Ni crees ni leches!. Ye como yo te digo
No pude por menos de sonreír tras el periódico. El segundo contertulio estaba a punto a de pedir una consulta con urnas por su derecho a entrar en la conversación.
-Y la pregunta clarita, (continuó el más fogoso de los contertulios). Nada de engatusamientos de acá pa culló ya que nadie sepa que coños están preguntando como hacen estos politiqueiros para que no nos enteremos y entremos por su aro,¡eso si, democráticamente!. ¿O no?
-Bueno….
-¡Lo que yo digo!. Ya ya veo estás de acuerdo. Por ejemplo: ¿ Queréis que sigamos juntos con los catalanes?. Sí o no. Hasta los parvulinos lo entienden. Claro que me peta a mi que los susodichos esos iba a rebrincar como potrancas, pues lo más probable es que el personal dijera que no ya les dejaran con los calzonet, los culotes o como se diga caídos y su vergüenzas al aire como el cagón ese que ponen en en los belenes. ¡A ver cómo reclamaban luego cuartos a los demás!. ¡Que vayan a Andorra ya pidan los que se llevaron los pujoles esos mientras el personal cantaban eso de que si los segadores van o vienen y subiéndose unos encima de otros tan contentos.
-¡Claro que sí home!. Fíjate: me contaba alguien que sabe de esto, de aquí de Cangas, que tanto allí como aquí el mal ya el delito se han hecho costumbre, se hace como algo totalmente normal. Ya lo malo es que nosotros ya ni nos inmutamos ya a veces hasta decimos eso de ¡que listos son!. ¡Y encima Hacienda les devuelve cuartos como a la Ferrusola!. Antes, si pillaban a alguien procuraban esconderse, que no se enterase nadie, que la familia no pasase vergüenza, y hasta intentaban devolver algo. ¿Y ahora? ¿Qué crees tú que hacen ahora?. Pues presumir de ello, procurar que les hagan fotos muy sonrientes y acudir a Telecinco u otra televisión a explicarnos muy trajeados y con una sonrisa de oreja a oreja que el que no roba es tonto. Y lo malo es que nosotros miramos con cara de memos y admiramos su habilidad de golfos para convencernos de que todo ello lo han hecho por la patria, por el pueblo y por sus votantes. Ya venga. Allá que vemos como cabritos en manada a votarlos otra vez o a proclamar su habelidad para robarnos a todos. ¿O no?
Ahora el más menudo de los dos no dijo nada. Se levantó, apuró el café, y salió meneando la cabeza. El grandullón miró al tendido sonriente, se levantó muy despacio tremendamente orgulloso de su discurso y sapiencia. Yo doblé el periódico, lo coloqué en su sitio y salí sonriente.
Nota para los no asturianos: He querido respetar lejanamente el decir de la zona, así que en “ye” lean “ié” (es) y en “ya” lean “ía”(y)