REMEMORANZAS CANGUESAS.- La procesión del Jefe en el Carmen de 1.984
Lugares habrá de procesiones sonadas, saetas, tambores, rezos y cánticos, más… por Odín aseguro, que nunca vi otra tal que la que acontece en Cangas, del Narcea por más señas, llegado de julio el 16.
A hombros, sobre un tablón, por sus calles y sus plazas, Cándido Puente, EL JEFE, es paseado y aclamado por ingente multitud que grita desaforada: ¡El jefe!, ¡el jefe!, “el jefe es cojonudo”, ¡como el jefe, no hay ninguno!.
Corre el vino en abundancia, nervudos brazos izan al jefe sobre un mar de cabezas. Arrecian los aplausos, crece el griterío… Como nuevo Júpiter calvo y bigotudo que hubiera cambiado el rayo por botella de champán, el jefe bautiza a sus súbditos con el dorado líquido mientras saluda a la enfebrecida multitud: ¡gracias pueblo!, exclama.
Y allá va la mundana procesión entre aceras y balcones atestados de público. Con sus cerca de cien kilos de peso, firme sobre el tablón, el Jefe aguanta imperturbable los vaivenes que imprimen a las improvisadas andas los jacarandosos peñistas de la pólvora.¡Insólito espectáculo!
Canciones, nuevos gritos, júbilo, alegría, compases de marcha de la fanfarria, vino y más vino…
Cangueses, forasteros y extraterrestres, todos están allí aclamando al Jefe que surge del oleaje de cabezas humanas como nuevo Neptuno, no del mar, sino de chigres y bodegas.
Procesiones habrá, digo yo, de todo signo y sistema; pero no conozco nada igual en parte alguna. El “santo” no es de manera ni de vestir, sino de carne y hueso. Original procesión esta del Jefe, como original e insólito es todo lo de Cangas del Narcea en estas fechas.
Tiro mi volador, alzo mi vaso, y me uno a la comitiva: ¡EL JEFE!, ¡EL JEFE!, ¡EL JEFE ES COJONUJUDO!, ¡COMO EL JEFE NO HAY NINGUNO!
Pepe Berzocana