CANGAS DEL NARCEA.- Miguel Ángel Pérez: un pregonero que supo pasar de moldear el barro a moldear las ideas con la acertada utilización de la palabra
Miguel Ángel Pérez, radiofonista y responsable de la emisora de Onda Cero en este Suroccidente asturiano, asumirá la responsabilidad de pregonar las fiestas del Carmen y la Magdalena de este año. Será el lunes, 14 de julio, desde el balcón del ayuntamiento, a las nueve de la noche de este año de 2014.
La elección por parte de la Comisión de Festejos de Cangas del Narcea fue acertada y tomada por unanimidad. Miguel “es una persona muy conocida de la que se ha valorado no sólo su trabajo, sino su trayectoria global. Es alguien que participa en casi todos los actos que se hacen en Cangas del Narcea”, aseguraron en COFECA.
Pero yo quiero ir hoy un poco más allá y acercarme, no al radiofonista como personaje público, sino al Miguel de Obanca, al de la Vega, al hombre que supo pasar de moldear el barro a moldear las ideas con la acertada utilización de la palabra. Sencillo, humilde, de palabra comedida y cauta en la diaria conversación, ha sabido conservar sus amigos de siempre y seguir cultivándose en el entorno de los barrios en que fue niño y adolescente.
Los que nos hemos movido en el mundo de la información sabemos muy bien del peligro que a la propia personalidad, al carácter, e incluso al diario vivir, puede acarrear el fácil halago o la loa desmesurada. Ello se acrecienta aún más en la radio por su inmediatez y su facilidad para llegar rápidamente a todos los lugares. Y aún más si la situación se plantea en lugares geográficos pequeños, limitados y más o menos cerrados. La persona es débil por naturaleza y el halago llega zalamero y envuelto en papel de regalo. La mayoría de las veces el halagador solo busca su beneficio o su minuto de gloria. El muñidor de la loa muchas veces esconde envidia malsana por el triunfo o la personalidad del loado.
Nuestro pregonero ha sabido hacerse inmune a esta situación y seguir íntegro en su personalidad y entorno. Amigo de sus amigos, amable y servicial con todos, mantiene no obstante la firmeza de sus ideas y convicciones frente a aquello que no considera aceptable o bien no cree justo.
No llegó al mundo de la información sabiendo. No tenía experiencia alguna, pero ello no fue óbice para que haya llegado a ser un gran profesional reconocido tanto en su empresa, Onda Cero, como fuera de ella. Dar fe pueden de ello los vecinos de Cangas, Tineo, Allande, Ibias o Degaña, a cuya casas llega diariamente la voz de Miguel: clara, cálida y a la vez rotunda, informando, analizando, contando o descifrando la diaria actualidad, los problemas, las alegrías y las tristezas, las esperanzas y las ilusiones de unos concejos muchas veces, quizás más de las necesarias, olvidados. Y lo logró, preguntando, investigando, estudiando, llegando sin vergüenzas mal entendidas de ignorancias a los lugares o las personas de las que él sabía iba a aprender y sabe estar en el nuevo camino que emprendía. Aquel monaguillo revolvín que investigaba rincones, recovecos y accesos ocultos en la iglesia de Santa María Magdalena de la villa canguesa, se convirtió en hombre, pero no por ello ha dejado de seguir haciéndolo ahora; no ya en la iglesia pero sí en la política, el trabajo, la sociedad y el diario quehacer de sus paisanos y vecinos de comarca.
En el atardecer del 14 de julio, Miguel, se asomará al balcón del ayuntamiento y descubrirá abajo, cubriendo la plaza con miles de colores, a cientos de paisanos expectantes. Y estoy seguro de que pese a su experiencia, sentirá un especial cosquilleo, no de nervios, sino de satisfacción y orgullo, de saberse profeta en su tierra, de haber encontrado un perfecto equilibrio entre el ser y el sentirse cangués. De una plenitud especialmente placentera.
Miguel: Goza el momento y vívelo con intensidad porque es una ocasión que solo se vive una vez en la vida y queda gradada en la memoria para siempre.
