CANGAS DEL NARCEA.- Hoy se inicia la Semana Santa a caballo entre la fe y la diversión
Hoy es lunes. Primer día de Semana Santa. La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte, y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección.
No es nuestra comarca muy semanasantera. Los actos litúrgicos se desarrollan casi todos en el interior de las iglesias y entre los concejos del suroccidente apenas acumulan media docena de procesiones y no conozco ningún Vía Crucis por las villas o pueblos. Si a ello unimos la tendencia actual que ha llevado la Semana Santa a convertirse en una fiesta pagana y folclórica, más que un recordatorio de misterios religiosos, tendremos el cuadro de la actual situación en el suroccidente: una semana vacacional en que las capitales de concejo y pueblos de los mismos se llenan de emigrantes que acuden de nuevo a sus orígenes en busca de un merecido descanso. Lo de las creencias y la fe es otra historia. Estas son ahora fechas en que lo divino y lo humano se mezclan sin orden ni lógica alguna.
Durante los primeros años de Zapatero hubo una especie de campaña en busca de que a esta semana dejase de llamársela Santa, para denominarla como “Vacaciones de Primavera”. No prosperó en el lenguaje pero sí en la realidad vacacional.
Que no se me enfade nadie pero, al menos en Cangas, la procesión del Viernes Santo se desarrolla de una manera un tanto atropellada, con prisas (hay que ir a cenar, dicen) y entre la indeferencia del público que llena las terrazas (si el tiempo lo permite) y que ni siquiera muestra el más mínimo respeto por los creyentes que procesionan. Y ello pese a las crónicas de mi amigo, el desaparecido corresponsal de La Nueva España, Ángel Dupont, que año tras año repetía aquello de “… se celebró la Procesión del Santo Entierro una de las más antiguas e importantes del norte de España…”. La Semana Santa o de Pasión (para los andaluces no es ésta, sino la anterior a pesar de que la pasión de Cristo se inicia el jueves con su detención tras la llamada Última Cena) no se centra ya en las creencias religiosas, sino en los viajes y la diversión. Y ello es tan digno como lo primero, como también lo es el combinar ambas cosas. Otras cosa es el leer reclamos como “Diviértete, ven a celebrara la Semana Santa con nosotros”. ¿Celebrar una muerte?; o “Viernes Santo, fiesta desmadre en la discoteca xxxx, gogós y destape. Celebra tu Semana Santa”. Imagino que los redactores no tienen ni pajolera idea de qué va la cosa. Claro que también nos queda el señalar que es muy progre el despotricar con todo lo que huela a creencias, salvo que sean árabes, aquí puede el miedo.
Por otra parte hay que señalar que muchos actos y procesiones tienen mucho más de acto social que de religioso y que se acude a ellas “a dejarse ver” más que a penitenciar y vivir el misterio cristiano de la muerte y resurrección de Cristo. Cada cosa en su sitio.
Más de una vez tanto Tahoces como Arce, compañeros de alguna que otra correría, me han preguntado cómo se sabe cuando es la Semana Santa. Lo explico aquí para todos:
La fecha de la celebración de la Semana Santa es variable pero siempre cae entre marzo y abril, y ello es así por que se rige por el calendario lunar. La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, (cuarenta días) que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo; se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Es en el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325, donde se llega a una solución para determinar esta fecha. En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:
1.- Que la festividad cayese en domingo.
2.- Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. Con ello se buscaba evitar paralelismos o confusiones entre ambas religiones.
3,. Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).
No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad.
Finalmente, Dionisio El Exiguo, (en el año 525), desde Roma, convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose al fin el cálculo de la pascua cristiana.
La Pascua de Resurrección se celebrará siempre el domingo inmediatamente posterior a la primera luna llena tras el equinoccio de marzo y se debe calcular empleando la Luna llena astronómica. Por ello puede ocurrir no antes del 22 de marzo y el 25 de abril como muy tarde.