CANGAS DEL NARCEA.- El Parador de Corias abre al completo de su capacidad
Costó tiempo, polémicas, decires y desdecires, pero el Parador Nacional de Corias se convirtió en una realidad que, en su primera apertura sobrepasó todas las expectativas, por ello hubo ya que retrasar su primer cierre.
Ahora, el Parador Nacional reabre sus puertas tras el cierre el pasado seis de enero. El director del complejo, Carlos Martínez, señaló que esta nueva etapa “se presenta muy bien y muy esperanzadora, con buenas previsiones para Semana Santa y también para el verano”. De hecho, las reservas están al 100% para este fin de semana y para Semana Santa ya alcanzan el 70% de ocupación. No todo pues han de ser polémicas y malas noticias en este suroccidente astur.
Pero no sólo el alojamiento, explica el director, también el servicio de restauración que ofrece el complejo presenta buenas perspectivas y ya hay confirmadas para este año veintiún bodas, la primera de ellas este mismo sábado, y ocho comuniones.
El Parador reabre al público con 76 habitaciones frente a las 43 del año pasado, después de que 33 estancias hayan sido equipadas durante los meses del cierre temporal. Es la capacidad total del establecimiento, ya que los otros diez dormitorios con que cuenta se destinan al personal, muchos de ellos desplazados desde otros establecimientos de la cadena hotelera.
La dirección de Paradores había anunciado que tanto la decisión de cierre temporal como la dotación y equipamiento del resto de las habitaciones dependerían de las previsiones de ocupación y de la cuenta de resultados. Unas previsiones que en los primeros meses de apertura se vieron superadas.
El director del Parador de Corias también explicó que se ha realizado una primera actuación en la ladera posterior al complejo, que el pasado mes de marzo se desprendía y afectaba a la zona de las cocinas. ·Los técnicos han asegurado que no hay peligro de nuevos derrumbamientos, aunque continuarán los trabajos para terminar de estabilizar la ladera”, subrayó Carlos Martínez.
El desprendimiento del talud afectó a las cámaras de refrigeración instaladas en la cocina, en un lateral del edificio principal. En opinión del director, el desprendimiento no supone ningún problema para el día a día del Parador.
