Si no quiere que su ganado sea atacado por osos o lobos déjenlo en casa, Fundación Oso Pardo dixit.
Permítanme un cambio en el tradicional refrán y que lo exprese de esta manera: “Cuando al ganado de tu vecino veas matar, deja de sacar el tuyo a pastar”.
Viene ello a cuento por lo que está sucediendo en el limítrofe concejo de Villablino con los osos y el ganado. Si antes eran los lobos, ahora aparecen los osos y los pequeños ganaderos y vecinos de las aldeas, tanto del occidente asturiano como de la comarca leonesa de Laciana, se desesperan. Lo vienen repitiendo una y otra vez: “O declaran el hombre especia a conservar en estas comarcas o desaparecen de ella”
Esto es lo acontecido según refleja el Diario de León:
“La Fundación Oso Pardo ha recomendado a los ganaderos del municipio de Villablino que guarden el ganado por las noches o lo protejan con pastores eléctricos después de que esta semana un oso matara una oveja en la localidad de Roble de Laciana, donde se avistó un ejemplar y se registraron otros ataques durante este verano.
Miembros de la FOP analizaron los restos de la oveja muerta ayer, viernes, y determinaron que el animal que protagonizó el ataque fue un oso, descartando un lobo, conclusión a la que, según la fundación, han llegado también los técnicos de la Junta de Castilla y León, que también analizaron el cadáver ayer. Por tanto, se iniciará el trámite para pagar el daño.
La Fundación Oso Pardo no ha podido determinar, sin embargo, si se trata del mismo animal que aparecía este verano en la zona, ya que las huellas, después de tres días, se habían borrado bastante por el paso del tiempo y la lluvia. La FOP confirmó que el ataque se produjo fuera del pueblo y cerca de un bosque, del que surgió el animal. Es decir, el animal no se metió en el pueblo en busca de comida, descartándose así un acostumbramiento del ejemplar al hombre que obligue a su traslado a otra zona.
La delegación territorial de la Junta confirmó que la Patrulla Oso del Alto Sil no ha detectado comportamientos de este tipo en la zona y continúa con el seguimiento iniciado este verano ante la proximidad de ejemplares a Robles y Llamas de Laciana.
Aplíquense pues el cuento: Al llegar la noche guarden el ganado. Nada de dejarlo en el monte o los prados como se ha venido haciendo durante siglos, incluso cuando aún había más osos y lobos que ahora. Nada de nada, a casa. Y por el día o se queda el paisano a cuidarlo y a jugársela o pastores eléctricos. Seguridad ante todo.
Y que no se le ocurra a nadie hacer sonar un cencerro o chueca, instalar instrumentos generadores de ruidos, perros que ladren mucho o poner a la suegra o suegro a dar voces. Si alguien así procede será fuertemente multado por alterar la vida de los animales salvajes y su entorno.¡ A ver si se modernizan ustedes de una vez!