La agonía de la actividad minera en el suroccidente. Su final puede resultar traumático en el concejo de Degaña
Una nueva etapa comienza en el suroccidente asturiano. Si bien y en principio el concejo de Degaña es el principalmente afectado, sus efectos y negativas consecuencias no tardarán en dejarse sentir en toda la comarca. La minería como forma de vida enra en su recta final aunque lata viva en cada vecino de la comarca la esperanza de una recuperación. Si no para llavarla a lo que fue sí al menos para mantener vivos estos pueblos y sus gentes. Si los peores temores se confirmar su abandono será algo inevitable en los próximos años.
Confirmándose los peores augurios, la justicia ha aceptado la petición de liquidación de la empresa Coto Minero Cantábrico, que desarrolla su actividad en la explotación de Cerredo (Degaña), propuesta por la dirección de la misma y por su dueño, el empresario leonés Victorino Alonso.
La decisión no ha sido comunicada oficialmente a las partes, pero en una reunión mantenida por el juez y los administradores concursales quedó definitivamente iniciado el proceso de liquidación.
Ahora se abre un período de alegaciones que durará 15 días. A partir de ese momento, y una vez se dé respuesta a esas posibles alegaciones, los administradores concursales tendrán toda la postestad para liquidar la empresa de la manera que estimen más oportuna.
Muchos de los trabajadores de la empresa, que no hace muchos años acogieron entre vítores la llegada de Victorino Alonso, no ocultan ahora su satisfacción porque deje de estar al frente de la misma y desaparezca de la mesa de negociación. “Los sindicatos estamos, por encima de todo, para defender los puestos de trabajo… pero no los puestos de trabajo a cualquier precio. Lo que nos ofrecían era infumable, era inasumible, y cualquier solución que venga, siendo mala, será menos mala que la que teníamos. O eso esperamos», señalaba Luis María Fernández, de USO.
Pero los 371 trabajadores de Coto Minero Cantábrico están divididos. Para algunos esto significa poco más o menos el cierre de la empresa o el inicio de despidos masivos, mientras que para otros supone un mínimo de esperanza que de que la mina continue abierta . Desde este sector se está intentando hacer ver a los administradores que la mina sólo tendrá valor en una posible venta si está abierta y en funcionamiento.
La convivencia minera en el concejo no va a ser nada fácil. La situación puede tornarse explosiva en cualquier momento ya que hay unos 60 trabajadores de Unión Minera del Norte (Uminsa), empresa que sí sigue perteneciendo al grupo Alonso y en activo. Unos y otros, con su problemas, tendrán que convivir. En caso de que en Coto Minero Cantábrico comiencen a producirse despidos aparecerán las huelgas, piquetes y paralizaciones del trabajo. La convivencia, dada la tensa y difícil situación se hará muy complicada.
Un astivo de esperanza se abre por cuanto los administradores concursales ya llegaron a un preacuerdo con los mineros. En el se prevé una reducción del sueldo del 16,5% con respecto a las tablas salariales del año 2012, que se extiende hasta el inicio del año 2014. En ese momento se volvería a convocar la mesa de negociación para evaluar si la reducción salarial aprobada en primera instancia habría sido suficiente para mantener la competitividad de la explotación o si, por el contrario, serían necesarios otros ajustes.
“Si cierra la mina, se acaba todo: las escuelas, el centro de salud, la hostelería. Cerredo morirá y pasará al olvido”. Así rezaba un comunicado emitido al cierre de la marcha convocada por la comunidad educativa de Cerredo a favor de la minería del carbón- Así piensan todos los vecinos del concejo de Degaña. Unas 300 personas, luciendo camisetas negras, recorrieron los dos kilómetros que separan el colegio de la explotación tras una pancarta que portaban los más pequeños y que reclaman el pago de los salarios pendientes de los mineros, nada menos que diez meses, y una solución al conflicto.
El juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, que tiene hasta mañana, viernes, para resolver la liquidación voluntaria solicitada por la empresa de Victorino Alonso.