Cangas del Narcea: El desprendimiento de Clarín es un problema privado que como tal debe resolverse
El desprendimiento de la Calle clarín sigue dando quebraderos de cabeza tanto a las autoridades locales como, y muy especialmente a los afectados.. El alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, ha afirmado que la resolución de la situación creada es “un problema particular” que como tal ha de resolverse, aunque ha mostrado todo el apoyo municipal.
El proyecto de obras para estabilizar el desprendimiento entre las calles Clarín y Santa Bárbara, asciende a 700.000 euros. La empresa adjudicataria entregó esta semana el documento al Ayuntamiento y este se lo trasladó a los vecinos.
El alcalde, José Luis Fontaniella, ha enviado los preceptivos informes al Principado y la Delegación del Gobierno “para que se involucren en algo que supera lo municipal”, según aclaraba. El alcalde busca que los urbanismos regionales proporcionen al Ayuntamiento y a los vecinos, “al menos, un asesoramiento jurídico”. Añade que se trata de “un problema particular” y que la intervención pública no debería ir más allá. La única opción sería , señala, “que fuese catalogado como desastre natural, y ahí es donde otras administraciones si tendrían cabida para participar, pero no la municipal”.
El documento, además, corrobora los informes previos, que reflejaban que no hay seguridad del talud y que, además del portal 11 de la calle Clarín, desalojado desde enero, los problemas podrían extenderse a los edificios contiguos. El riesgo es evidente, aunque no hay una recomendación explícita para que los vecinos de los portales 9, 13 y 15 sean desalojados. Fontaniella señaló ayer que el informe al respecto “es el análisis de un geólogo, sin ninguna capacidad jurídica para determinar ese desalojo”.
La reforma incluye la cimentación del muro de hormigón en la zona de los chalés, “que no tiene ninguna calidad portante hasta 30 metros, por lo que habría que hacer una pantalla de pilotes hasta esos 30 metros”, precisó el edil de Urbanismo, José Ramón Puerto. Esto, explica, daría estabilidad a todos los chalés y “es urgente, en el caso de los dos inmediatos al desprendimiento”. Por otro lado, hay que construir un muro en la parte baja, “de diez metros de alto, para cambiar la pendiente del talud y que alcanzase un coeficiente de seguridad mayor que el de ahora, que no llega al uno”, añadió.