Ejercer de p… y pagar la cama. Los mineros de Alonso vuelven al tajo sin saber siquiera si cobrarán
La mina de Cerredo del Grupo Alonso vuelve a funcionar tras cuatro meses parada. Ayer, lunes, se reincorporaban a sus puestos los 169 trabajadores despedidos en febrero y readmitidos ahora tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
También han vuelto al tajo los mineros que desde entonces estaban en huelga en solidaridad con sus compañeros despedidos.
A estos mineros de Cerredo les acompañan los 50 trabajadores procedentes de la mina de Santa Cruz de León, a quienes Alonso ha recolocado ahora en esta de Cerredo.
Los mas curioso (¿o debo decir indignante?) del caso es que estos mineros empiezan a trabajar pero no cobrarán por ello. Como mucho podrán percibirán sus nóminas cuando el Grupo Alonso presente el concurso de acreedores, cuya fecha tope será el 7 de julio.
Pueden hacerse ustedes una idea de las condiciones de ánimo con que estos mineros bajaban al tajo, “ sin ilusión y sacando las castaña del fuego a la empresa”, señalaban.
En total eran cerca de trescientos los mineros que volvieron a bajar ayer a la mina. Algunos de ellos habían sido despedidos en noviembre del año pasado, otros, los habían seguido en febrero, un tercer grupo estaba en huelga por solidaridad con sus compañeros y otra parte, alrededor de medio centenar, procedentes de la explotación leonesa de Santa Cruz.
Los trabajadores desconvocaban la huelga que mantenían desde febrero, pero no porque el conflicto esté solucionado ni mucho menos “Venimos a trabajar pero no sabemos cuándo nos van a pagar lo que nos deben que es desde el mes de diciembre, y ni tan siquiera si vamos a cobrar lo que vamos a trabajar ahora”.
Los mineros han ejercido su derecho a volver al trabajo en virtud de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que declaró nulos los despidos en Cerredo. Pero en ningún caso se ha llegado a un acuerdo con la empresa para continuar con la explotación de carbón. El grupo Alonso pide una reducción salarial del 16 por ciento, la ampliación del turno de trabajo hasta los sábados y que el horario laboral empiece a contar una vez que el trabajador está en el punto de extracción de mineral, no desde su entrada en el recinto minero. Los sindicatos, por su parte, han llegado a ofertar hasta un 10 por ciento de reducción de la masa salarial, así como la constitución de dos turnos diferentes, uno de lunes a viernes y, otro, de martes a sábado, pero no parece que las posturas vayan a acercarse más.