Profeta en su tierra: Neto triunfa en Cangas del Narcea

Y Neto volvió a su Cangas natal. Neto, Netín, el de siempre, el de los chistes, el de la tira diaria durante años y años en la ya desaparecida Voz de Asturias que con su cierre se llevó también un tanto de la vida tanto de Neto como de el que esto firma. Y también aquel chavalín que con Azcárate, conmigo y algún otro, iniciamos La Maniega allá cuando no había crisis económica y no se habían perdido aún las ilusiones de hacer algo por tu pueblo y por los demás.
Y con un tanto de sorpresa nos encontramos de sopetón con un Neto-artista diferente. Su enorme caudal creativo había dejado la sátira y la burla de la viñeta diaria para volcarse en la creación pictórica en la que no por ello dejaba de estar presente su guiño fresco y burlón revoloteando en algún rincón, en algún recoveco de una casa, o una novedosa perspectiva de su Cangas de siempre. Una Cangas bajo esa mirada que, tras las gafas, le visten de sabio despistado a ojos de su interlocutor, y que esconde una fina ironía que siempre le ha definido en su diario quehacer y cuya impronta firma muchos de los cuadros de su exposición.
Componen la misma cuarenta y cuatro obras de diversas temáticas bajo un denominador común: Cangas del Narcea. Nos contaba Neto que ya venía rumiando el hacer esta exposición desde hace tiempo, pero quería reunir algo más de material. El trabajo diaria le ataba y retenía el momento definitivo. Con el cierre de La Voz, la presión diaria desapareció y Neto se volcó. En apenas tres meses los distintos bocetos de sus ideas se plasmaban y papel y llenaban la mesa. Trabajo diario, correcciones y más correcciones y por fin todo listo. Las fechas las mejores: durante las fiestas del Carmen. Y sus paisanos, como era de esperar, respondieron.
Bajo la perspectiva del cubismo o la geometría, Neto nos presentaba nuevas perspectivas de Ambasaguas, El Cascarín, la calle de la Fuente, Rastraculos, la Plaza, el Puente Colgante, El Acebo, la procesión del Carmen, los tiradores y apuradores, los gigantones o diversas perspectivas de lugares, gentes y oficios del concejo. Casi todas ellas a tinta y acuarela líquida. Mención especial merecen las cuatro obras sobre “el aguilandu en Xedréz” en las que los grises dan paso a unos vivos colores festivos.

Enhorabuena,maestro.

NETO: Ernesto García del Castillo.

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R. Mera

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