Bronco debate entre Llamazares (IU) y Rafael Hernando (PP) en el Congreso con el problema minero como fondo.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, finalmente comparecerá en el Congreso para hablar del conflicto de la minería, según informó a primera hora de la mañana a los grupos el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, en la reunión de la Diputación Permanente. Soria cede así, tras el éxito de la “Marcha Negra” y la manifestación de ayer en Madrid, a comparecer en la comisión parlamentaria correspondiente, después de rehuirlo durante semanas. El ministro lo decidió horas antes de que se debatiera hoy la petición de comparecencia de IU en este mismo sentido, que finalmente fue aprobada por unanimidad.
Según una nota de prensa difundida por IU, durante su intervención, el diputado de IU por Asturias Gaspar Llamazares, que hoy también portaba la camiseta negra de los mineros, se mostró satisfecho de que “el ministro dé la cara de una vez” y denuncio que éste ha perdido una batalla en la que “si tenía la intención de aislar a los mineros, ha fracasado, porque han estado más arropados que nunca; si les quería criminalizar, también ha fracasado en este intento”. Señaló que “el ministro de Industria comparecerá como consecuencia de la fuerza y de la unidad de los mineros”.
La intervención de Llamazares fue contestada de forma bronca por el portavoz del Grupo Popular Rafael Hernando, quien tras la petición de rectificación del diputado de IU afirmó que retiraba aquellas palabras que pudieran haber resultado ofensivas. Entre otras cosas, Alonso recriminó a Llamazares el uso de la camiseta negra reivindicativa de los mineros en el Congreso, que tratara de erigirse en portavoz de un sindicato, cómo ejerce su actividad parlamentaria y que IU apoyara unas reivindicaciones mineras que el PP presentó que sólo se hacían por los intereses patronales por las subvenciones, con unos empresarios del sector que habían chantajeado a los trabajadores para que se movilizaran.
Gaspar Llamazares pidió un minuto a Posada para poder replicar las alusiones personales. Reprochó a Hernando el “populismo político” con el que trataba de ocultar los casi 200 millones de euros de recortes del Gobierno a la minería y le aclaró que “no voy a aceptar ningún tipo de crítica a mi participación parlamentaria” en lo que respecta a su vestimenta y sus intervenciones.
Sobre la supuesta connivencia con los intereses empresariales recordó al PP que “estoy aquí en el Congreso para defender los intereses de los trabajadores de las comarcas mineras” y, sobre los empresarios, apuntó a un caso concreto y dijo que “sobre el Sr. Victorino (Victorino Alonso, conocido como el ‘rey del carbón’) son ustedes quienes le han convertido de un ‘chamicero’ (término para designar a quien explota una pequeña mina) en un empresario”.
El parlamentario de IU utilizó una expresión usada por otro diputado ‘popular’ en un turno anterior para excusar la responsabilidad del PP en la mala gestión de los incendios de Valencia al afirmar que “este ‘incendio’ de la minería no es consecuencia de la pertinaz sequía, sino que se da en zonas húmedas del norte por la acción del Gobierno, que ha roto un pacto con fuerza de ley”.
Gaspar Llamazares rechazó “algunas estrategias de movilización en las que se produce violencia, que en absoluto son aceptables”, pero dirigió sus mayores críticas a las órdenes dadas por Interior a las fuerzas de seguridad (la otra petición de IU para la comparecencia del ministro Jorge Fernández Díaz fue tumbada hoy por el PP). “Ha habido –dijo- una acción desproporcionada y al margen de la ley. Los cohetes no son aceptables pero mucho menos entrar en las viviendas, apalear a los mineros y acusar a quienes lo denuncian de atentado a la autoridad. Todo eso es competencia del ministro de Interior”.
El diputado por Asturias advirtió de que “por este camino del ajuste vamos mal. Por el camino de estigmatizar y tratar las movilizaciones como violentas, cuando son pacíficas y nosotros condenamos la violencia, vamos mal. Cuando se trata a los mineros como terroristas, vamos mal”.
A su juicio, “el ministro tiene que apagar el fuego y debe respetar, lo primero, el pacto que tiene fuerza de ley. Si la ‘herencia recibida’ vale para lo malo, también debe valer para lo bueno. El Gobierno no debe ser un añadido más al desempleo y a la crisis”.