¿Oro en Cangas del Narcea?
La empresa minera Kinbauri autorizada a realizar sondeos en Cangas, Tineo y Allande en busca de oro y otros metales
Cuando allá en la primera década de lo setenta, el periodista Luis José Ávila, a la sazón en La Voz de Asturias, bautizaba al concejo de Cangas del Narcea como “Eldorado asturiano” poco podía suponer que unos cuarenta años después, tal definición podría abrirse camino a la realidad cuando la fiebre del oro comienza a extenderse por el suroccidente.
Tras la del oro negro que fue el carbón para esta comarca, que la dio vida y riqueza durante unos treinta años más o menos, y que incluso sigue manteniéndola en gran parte con el dinero de las prejubilaciones y jubilaciones, ahora la empresa minera Kinbauri España, que explota los yacimientos de oro de Boinás, en Belmonte de Miranda, y Carlés, en Salas, recibe el permiso de la Consejería de Economía y Empleo del Principado de Asturias para investigar sobre el terreno en los concejos de Cangas del Narcea, Tineo y Allande, con el objetivo final de abrir una mina de oro en la zona. El permiso de investigación recibido se denomina “Lidia” y abarca no sólo la posibilidad de estudiar la viabilidad del oro en la zona, sino también de la extracción de cobre y otros metales.
Al igual que el carbón atrajo a este concejo trabajadores de muy diversas comarcas y regiones, este anuncio, y dada las especiales circunstancias económicas en las que nos encontramos, puede abrir un nuevo proceso laboral en el que las emigraciones de los jóvenes se frenen e, incluso, como ya ocurrió a finales de lo sesenta, comiencen a llegar trabajadores y familias.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, el proceso va a ser muy lento, nunca menos de cuatro o cinco años, y esto sólo es el paso inicial. Kinbauri España quiere analizar el suelo y la geología de la zona para ver si podría resultar rentable abrir una explotación. Si estas investigaciones son positivas, el siguiente paso sería encargar unos sondeos. Y sólo en caso de que todos los indicios fueran positivos la empresa se plantearía la apertura de la explotación.
El permiso de investigación “Lidia” permitirá a Kinbauri España trabajar en unas 92 cuadrículas mineras que pueden suponer 8.000 metros de sondeos, calicatas y rozas.
Pero todo pro tiene su contra. La Coordinadora Ecologista de Asturias ha presentado sugerencias ante la Consejería al considerar que este permiso se suma al tramitado para ampliar la investigación en la mina de Belmonte. y
no define los accesos a la zona a investigar; denuncian que se habla de aprovechar las pistas existentes en la explotación, pero no se citan ni su ubicación ni su estado para ver si es cierto que permite el movimiento de la maquinaria de la investigación.
También se muestran preocupados porque no se recoge la afección a aguas subterráneas ni a los acuíferos existentes en la zona, ni se valora su posible contaminación ni afección por el propio sondeo que se realizaría. Además, el permiso no incluye ningún estudio de afección acústica de los sondeos. Así mismo lamenta que no se hable del impacto para la fauna, a pesar de que en la zona destaca la presencia del oso, y que no se han realizado consultas a los colectivos de vecinos afectados cercanos.
Por todo ello y otra serie de larguísimas razones medioambientales y jurídicas han pedido la retirada del proyecto