Murió Frank Braña, actor de Pola de Allande
En “Rey de Reyes”, la superproducción sobre Jesucristo, desarrolló su primer papel como especialista para escenas de acción
El actor Frank Braña, un histórico del cine de acción y de los “spaguetti-westerns”, con más de 170 películas a lo largo de su carrera, ha fallecido en Madrid a los 77 años. Había nacido en Pola de Allande en 1.934
Según ha informado la entidad de gestión de artistas e intérpretes AISGE, a la que pertenecía el actor, Braña murió la en el hospital Puerta de Hierro, de Madrid, a causa de una insuficiencia pulmonar.
Será enterrado en el cementerio municipal de Collado-Villalba, localidad madrileña en la que residía. Nacido en Pola de Allande (Asturias) en 1934, se dedicó desde los once años a los oficios de pastor y minero hasta que le llegó la ocasión de trabajar de chófer en Madrid, donde se enteró de unas pruebas para trabajar de especialista en el cine.
Se estrenó con un pequeño papel de en “Café de chinitas” (1960), de Gonzalo Delgrás, pero pronto comenzó a popularizarse e intervino en películas junto a Clint Eastwood en “La muerte tenía un precio” y “Por un puñado de dólares”, cintas que se rodaron en la Almeríade los años sesenta.
También participó en películas con Charlton Heston, William Holden y Sergio Leone.
En “Rey de Reyes”, la superproducción sobre Jesucristo, desarrolló su primer papel como especialista para escenas de acción.
A finales de los años sesenta y durante la década siguiente rodó varias películas de Rafael Romero Marchent, como “Garringo”, “Manos torpes”, “Un dólar de recompensa” o “El lobo negro”, entre otros títulos.
La silicosis, herencia de sus años en la mina, le impidió desarrollar su trabajo con normalidad y se alejó definitivamente de los largometrajes en 2004, después de participar en “Tiovivo c.1950”, de José Luis Garci.
El pasado diciembre recibió un homenaje del Festival de Western de Almería y en 2007 fue el protagonista de la Semana Internacional de Cine de Autor de Lugo.
Hace cinco años presentó una autobiografía titulada “Morir con dignidad en el cine”, en alusión a las muchas veces que tuvo que hacerse el muerto en la gran pantalla.