Estamos de cumpleaños
La Maniega cumplió en abril treinta años
El 23 de febrero de 1.981 un grupo de cangueses se reunía en el antiguo salón de sesiones del ayuntamiento cangués con la intención de recuperar de nuevo para el concejo la desaparecida, en diciembre de 1.932, revista La Maniega.
A punto de ya de terminar la reunión, el comisario de policía
(entonces había Comisaría en Cangas) entró a informar que en Madrid el teniente coronel Tejero con un grupo de Guardias Civiles había entrado en el Parlamento y Milán del Bosch había sacado los tanques a la calle en Valencia. Lo ocurrido aquella noche es otra historia.
En el mes de abril de aquel 1981 salía a la calle el número cero de la nueva Maniega, en blanco y negro y con seis páginas. La redacción la componían García Eloisa, González Azcárate, Meléndez Manuel, Rodríguez Xuxé-María, Tejón Merchi y el que esto firma, José Luís R. Mera. Como fotógrafos Francisco González y Amador Otero.
Este que el lector tienen en sus manos es el número 181 y en el correspondiente a enero-febrero consta de veintidós páginas a todo color. La redacción ha cambiado bastante: tan solo la componen dos de aquellos que firmaron el número cero: José María González Azcárate y R. Mera.
El reportaje central de aquel número cero versaba sobre la limpieza de la villa “nada eficiente y que daba una pésima imagen de la villa. Participaron en aquel debate Silvino Menéndez, concejal delegado de obras: Jesús Natal, secretario de la Asociación de Vecinos “La Viñona”, de Santa Catalina; Alejandro Fuentes, presidente de la Asociación de Vecinos, que pedía se colocasen cubos para tirar la basura; la presidente de la Asociación de Amas de Casa, Cuca de Manolo Aller, que pedía un bascayu para barrer basura y concejales, y representantes de varios barrios que protestaban porque solo se barría en el centro de la villa o por la abundancia de los basureros en el río. “y la ineficacia de la Policía Municipal”
Alegaba el concejal que su cargo era “honorario” ya que el alcalde, era “presidencialista e interino”. La plantilla de limpieza de aquel entonces estaba compuesta por 12 funcionarios de los cuales 7 eran de plantilla, 2 interinos y 3 temporeros estando vacante la plantilla de cabo por lo que, al decir de Menéndez, “no existe un responsable directo de dichos funcionarios, máxime si desde hace seis meses no hay secretario que es el jefe de personal”.
