Concentración de Seat en Tineo o el ganchillo y nogal como elementos decorativos
No pudo ser. Tineo se quedó a cuarenta vehículos de batir el récord Guinness de concentración de vehículos de la marca Seat con más de veinticinco años de antigüedad. El mal tiempo, al decir de la organización, fue factor determinante en ello ya que, explicaba José María de Miguel, responsable de Club Clásicos Villa Tineo, organizador del evento,”son vehículos delicados y de complicado trabajo y desplazamiento”.
Ciento diez fueron los vehículos que, cumpliendo las características exigidas por Guinness accedieron al recito de Santa Teresa. Otros se quedaron en las puertas por falta de alguno de los requisitos exigidos por Guinnes.
Pese a ello, tanto él como el alcalde tinetense, Marcelino Marcos, se mostraron muy satisfechos de la jornada que sirvió de marco a un encuentro “gratificante entre los muchos aficionados a los vehículos antiguos y amantes del motor‡”. Una vez más Tineo supo estar a la altura de este tipo de de acontecimientos.
Entre los vehículos concentrados verdaderas joyas de todo tipo con especial relevancia de los populares 600. Entre ellos uno todo él tapizado a ganchillo, puertas incluidas. “Un trabajo en el que puso todo su empeño mi madre”, al decir de su propietario, Miguel, del Entrego, que no dudaba a abrir las puertas de su vehículo, del año 1.969, a todo aquel que quisiere inmortalizarse a bordo del mismo.
No le andaba a la zaga, el de José Manuel García, de Corvera, un 600 del año 1.968 remozado en su interior todo en madera de nogal, volante, salpicadero, cambio de marchas y adornos, y con un motor limpio e impecable con unas cuentas piezas fabricadas a mano y en cobre que hicieron las delicias de los aficionados.
Los Seat se enseñorearon de Tineo recorriendo sus alrededores entre antiguo sonar de motores y el cantar de viejas bocinas que devolvieron a muchos a una juventud de aventuras y viejas carreteras en unos años en los que “se viajaba y se conocían los lugares de paso, ahora solo se ve de un lugar a otro a todo correr”
Los Seat se enseñorearon de Tineo recorriendo sus alrededores entre antiguo sonar de motores y el cantar de viejas bocinas que devolvieron a muchos a una juventud de aventuras y viejas carreteras en unos años en los que “se viajaba y se conocían los lugares de paso, ahora solo se ve de un lugar a otro a todo correr”