TINEO.- ¡Ya está bien de mantener a los lobos!

Restos de un ataque de lobos en Tineo

La alcaldesa de Tineo, la popular Montserrat Álvarez, ha puesto pie en pared y se ha plantado ante la intensa proliferación de ataques del lobo al ganado en su concejo, en particular a reses de vacuno.

La situación afecta a todo el Suroccidente en general agravada por la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) impide al Principado ni aplicar su Plan de Gestión ni, por supuesto, emprender batidas como la que reclama la alcaldesa.

En todo caso, a Montserrat Álvarez le preocupa mucho más la viabilidad de las ganaderías tinetenses que los conflictos entre la Administración regional y la central por la protección del lobo. Los ganaderos de la comarca, afirman unos y otros, y respalda la alcaldesa, “están manteniendo al lobo vivo a costa de su ganado, y a este paso es posible que muchos dejen la actividad» en un concejo, por el de Tineo, que hoy por hoy, es el que más ganaderías de leche tiene en toda Asturias y también se encuentra entre los que más ganaderos de carne tienen en activo.

Uno de ellos, Enrique Velasco, conocido como Kike Pereda, (al lado de La Espina), tuvo un ataque de lobo en la madrugada del pasado jueves al viernes que «mató a una novilla de un año» en una finca «en la zona baja del pueblo, en la que los ganaderos de la zona tenemos el ganado junto en verano». La ganadería de Vekasco es de carne, con «unas 75 cabezas de asturiana de los valles», y esta «es la primera vez que me pasa a mí un ataque, pero hay más vecinos a los que sí que les ha pasado». Precisamente, la alcaldesa, que también es ganadera y que el año pasado vivió en primera persona un ataque de lobos que causó heridas graves a dos de sus novillas, precisó que «no es normal que haya tantos ataques a estas alturas del año, es más normal durante el verano», lo que implica que, por una parte, la población de lobos ha crecido en la zona y, por otra, en el monte éstos no encuentran sustento suficiente como para no verse obligados a bajar a zonas habitadas y atacar al ganado.

De hecho, en la zona en que ocurrió el ataque al ganado de Velasco se han venido registrando otros ataques. Incluso hacia Salas, con varios casos en la explotación de Fernando Marrón, en Poles, a muy poca distancia de la capital salense, y también en la rasa costera noroccidental, llegando el pasado año hasta la misma costa en Tapia de Casariego, entre otros lugares.

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R. Mera